Una peregrinación es un espejo para mirarnos a nosotros mismos, no al paisaje ni a los demás, eso sería un tour, o unas simples vacaciones.
Ser un peregrino es andar un camino que nos hará ver nuestra vida, nuestros problemas, y nuestra relación con los demás y con Dios desde una nueva perspectiva.
Es una oportunidad para salir de nuestra rutina diaria, encontrar la paz y el silencio necesarios para ordenar y poner cada cosa en su justo lugar, darle su justa importancia, y encontrar respuestas para nuestras preguntas más íntimas.
Cada uno va de peregrinación por un motivo, y no es necesariamente siempre religioso, sea cual sea el tuyo, simplemente abre tu corazón y disfruta de esos días.
La experiencia de peregrinar de verdad no se cuenta, hay que vivirla y para cada uno es diferente.
Ya que en una verdadera peregrinación, lo importante pasa en tu corazón.
“Peregrinar es darle la oportunidad a Dios de demostrarte en pocos días lo que puede hacer en toda tu vida” ‘Medjugorje’, Jesús García.