Son muchos los que pretenden identificar las posiciones que cuestionan al aborto con el cristianismo y, muchas veces, el catolicismo radical, buscando, al asignarlas a un grupo de pensamiento radical y extremista, desacreditarlas y negarles su derecho a opinar. Pero no es así, en realidad, el aborto no es estrictamente un asunto religioso, sino de sensibilidad ante la vida, y se pueden fundar opiniones sobre el mismo desde posiciones alejadas de la fe.